Descripción
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina (la capa que capta las imágenes en el fondo del ojo). Con el tiempo, los niveles altos de glucosa pueden dañar estos vasos, provocando visión borrosa, manchas o incluso pérdida visual si no se trata a tiempo.
Tipos de retinopatía
No proliferativa (temprana): hay filtración de líquido o pequeñas hemorragias, pero aún sin nuevos vasos anormales.
Proliferativa (avanzada): aparecen vasos anormales que pueden sangrar o formar cicatrices, aumentando el riesgo de pérdida severa de visión.
Edema macular diabético: inflamación en la mácula (zona central de la retina), causa importante de visión borrosa.
Diferencias entre etapas
En etapas tempranas, puede no haber síntomas.
En etapas avanzadas, pueden presentarse visión borrosa, manchas flotantes o pérdida visual súbita.
¿Es dolorosa?
La enfermedad no causa dolor, por eso es tan importante detectarla con revisiones periódicas, incluso si no hay molestias.
¿Para qué sirve el tratamiento?
Detener la progresión de la enfermedad.
Prevenir o disminuir la pérdida visual.
Mejorar la calidad de vida visual del paciente diabético.
Mitos comunes
“Si veo bien, no tengo daño” → Falso. Puede haber daño en la retina sin síntomas.
“Ya no hay nada que hacer si tengo retinopatía” → Falso. Hay tratamientos eficaces si se detecta a tiempo.
Ventajas / Beneficios del diagnóstico y tratamiento
Prevención de ceguera.
Tratamientos mínimamente invasivos.
Mejores resultados si se actúa temprano.
Control visual a largo plazo.
¿Hospitalario o ambulatorio?
Los estudios y tratamientos son ambulatorios, incluyendo las inyecciones intraoculares o tratamientos con láser.
Tiempo del procedimiento
Tipo de anestesia
Tiempo de recuperación
Recomendaciones generales
Realizar una evaluación oftalmológica al menos una vez al año si vives con diabetes.
Controlar niveles de glucosa, presión arterial y colesterol.
Acudir a consulta inmediata si hay cambios repentinos en la visión.